No me queda mal el conjunto. Es un body que recuerda aquellas fajas que ponían nuestras madres en los años setenta, pero sin apretar. Este body te deja la grasa suelta, aunque disimula algo al ser oscurito.
Ni me gusta ni me disgusta. Lo tengo en el fondo de un cajón de lencería vintage. Algunos días lo pongo, pero muy de cuando en cuando. Yo soy más de lencería sexy. Me gusta verme rompedora en el espejo del cuarto de baño.
¿Lo volvería a comprar? Tal vez. Miras el precio de una prenda de lencería y, si es barato, la compras. ¿Por qué no? Como decía mi abuela, las bragas siempre hacen falta.
Os regalo el link para hacer el pedido. Te lo envían a donde les digas. Hasta te dejan probar el body antes de pagar. Prueba gratis y compra después. ¡Yo ya he comprado!
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